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Extractivismo

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¿Qué es el extractivismo?[editar]

Ejemplo de extractivismo en la Mina Las Bambas en el Perú.

A lo largo de esta problemática socio ambiental y territorial que pasa Latinoamérica hoy en día, se ha necesitado denominar a este fenómeno como “extactivismo” aún muy estudiada y de concepto fluido.

El extractivismo es definido como la explotación de grandes volúmenes de recursos naturales, que se exportan como commodities y generan economías de enclave (localizadas, como pozos petroleros o minas, o espacialmente extendidas, como el monocultivo de soja o palma). Requiere grandes inversiones de capital intensivas, generalmente de corporaciones transnacionales. Presenta una dinámica de ocupación intensiva del territorio, generando el desplazamiento de otras formas de producción (economías locales/regionales) con impactos negativos para el ambiente y las formas de vida de poblaciones locales.[1]

El extractivismo o extracción de recursos es el proceso de extracción de recursos naturales y materias primas de la tierra para vender en el mercado mundial.[2]​ Algunos ejemplos de recursos que se obtienen a través de la extracción son oro, diamantes, madera y petróleo. Este modelo económico se ha popularizado en muchos países de América Latina, pero cada vez más diversidad de las regiones.[3]

Actores del proceso[editar]

Muchos factores están involucrados en el proceso de extractivismo. Estos incluyen, entre otros, miembros de la comunidad, corporaciones transnacionales y el gobierno. Las tendencias han demostrado que los países no suelen extraer sus propios recursos; la extracción a menudo se realiza desde el extranjero. Estas interacciones han contribuido a que el extractivismo se arraigue en el orden hegemónico del capitalismo global. El extractivismo es controvertido porque existe en la intersección donde se encuentran el crecimiento económico y la protección ambiental. Esta intersección se conoce como economía verde. El extractivismo ha evolucionado a raíz de las transiciones económicas neoliberales para convertirse en una vía de desarrollo primaria-exportadora.[4]

Cómo ejemplo tenemos a la sobreproducción de hidrocarburos por parte de Estados Unidos, sin embargo, esta actividad es realizada en Venezuela así consumiendo los recursos de un país ajeno para beneficio económico propio, como resultado obtenemos a una Venezuela “subsidiando” una deuda pendiente de años sin algún beneficio económico. Con ello también una destrucción del medio geográfico y su biodiversidad con el fin de la extracción de este recurso. [5]

Son varios los autores que hacen fluir el concepto y lo adaptan mediante la necesidad de la época o le dan diferentes conceptos también dependiendo la problemática.[6]

Contexto Histórico y problemáticas.[editar]

La definición de este fenómeno ha ido cambiando con el paso de tiempo, ha sido una problemática la cual se ha abordado y debatido. La categoría no aplica en las principales fuentes del pensamiento latinoamericano refiriéndonos a la naturaleza primario – exportadora de las económicas de la región. [7]

A partir de una revisión crítica de la literatura y los debates alrededor del concepto, podemos empezar por el llamado “giro a la izquierda latinoamericana” que se caracteriza en el siglo XXI. Nacido gracias a las tempranas implementaciones del neoliberalismo en América Latina.[8]

El descontento de las nuevas políticas neoliberales y la llegada de la nueva izquierda proporcionaron una serie de vitorias electorales, que reformaron esta política. En un contexto global remarcado por preocupaciones ambientales, los procesos constitucionales de Bolivia y Ecuador, dirigidos por Evo Morales y Rafael Correa, incluyeron las nociones sumak kawsay y sumak qamaña; los cuales implementaban cambios sustanciales en las formas de interacción sociedad – naturaleza. Estos modelos de gestión profundizaron en las actividades extractivas, con todos sus efectos negativos tanto en términos sociales como ambientales.

Este contexto requería la emergencia de una categoría conceptual capaz de capturar, de manera simultánea, la continuidad de las dinámicas del sector extractivo y las particularidades del ciclo progresista. El texto 10 tesis urgentes sobre el nuevo extractivismo: Contextos y demandas bajo el progresismo sudamericano actual, de Eduardo Gudynas (2009), vendría a llenar este vacío.[9]

Kauffer y Gudynas afirman que el significado tiene como origen la expresión portuguesa “extrativismo” utilizada principalmente para referirse a la extracción de caucho por parte de los “siringueiros” en la selva de Brasil. Esto propicio una lucha contra los grandes propietarios durante los años sesenta y ochenta los cuales permitieron la creación de reservas extractivistas, las cuales tenían un enfoque de conservación. Este enfoque permitió que el concepto se volviese fluida, de pasar a referirse a diferentes formas de aprovechamiento sustentable de la selva a que el término pasase a designar a actividades tanto sustentables como no sustentables; hasta que en la década de los noventa aludía a actividades depredadoras de extracción de recursos naturales.

Es aquí donde entramos a una nueva época y etapa para este fenómeno, con el boom de los “commodities”; el cual abrió una gran fuente de ingresos para los sectores primarios como los exportadores. En efecto esto causo entre el año 2004 y 2014 el precio de las materias primas creció gradualmente, asociado a la demanda gradual de las materias primas e impulsada a su vez por la expansión de las nuevas economías emergentes.

Gracias a esta demanda tan extenuante que conduce de manera inevitable a una expansión geográfica de las actividades dedicadas a su misma satisfacción.[10]​ Esto mismo ha llevado a repercusiones ambientales, con la destrucción de ecosistemas, a su vez, la expansión de esta destrucción llega a la ocupación de territorios ocupados de manera tradicional por poblaciones originarias, a este problema se le denomina como “Fronteras de Extracción”. Este concepto se adecua por varios autores como Martínez-Alier (2015, 59) o Moore (2000).

Al igual el incremento de los precios ha impulsado dinámicas similares de ampliación de las fronteras petroleras hacia zonas ambientales y culturalmente sensibles: como es en caso de Sarayaku y el Parque Nacional Yasuní en el Ecuador. Estas dinámicas causan una serie de conflictos de carácter defensivo en el territorio, en los cuales se han convertido en demandas ambientales; esto es denominado por Svampa (2011) como “conflictos eco – territoriales”.

Implicaciones[editar]

Si bien sus beneficios económicos son sustanciales, el extractivismo como modelo de desarrollo a menudo se critica por no brindar las mejores condiciones de vida que promete y por no trabajar en colaboración con los programas ya existentes, lo que ocasiona consecuencias negativas en términos ambientales, sociales y políticos. El extractivismo también perpetua la maldición de los recursos, un fenómeno que provoca que los países ricos en recursos naturales tengan bajo desarrollo económico, gobiernos corruptos y distribución desigual de la riqueza, ya que la riqueza generada con el recurso se exporta a otros países o empresas oligopólicas, las cuales sobornan a los gobiernos locales para aumentar el extractivismo.

Las preocupaciones ambientales comprenden: cambio climático, agotamiento del suelo, deforestación, pérdida de la soberanía alimentaria, disminución de la biodiversidad y contaminación del agua. Las implicaciones sociales y políticas comprenden la violación de los derechos humanos, las condiciones laborales inseguras, la desigual distribución de la riqueza y el conflicto. Como resultado de esto, el extractivismo sigue siendo un debate prominente en el discurso relacionado con las políticas porque, si bien ofrece grandes ganancias económicas, también plantea preocupaciones sociales y ambientales.

Análisis[editar]

Cómo podemos analizar el extractivismo abarca un amplio panorama de los temas socio – ambientales que actualmente radican en Latinoamérica, un fenómeno el cual se asocia con la destrucción del medio natural y problematiza las áreas comunes de los sectores nacionales, los cuales también se ven afectados en el área económico.

Un problema fenomenológico en Latinoamérica que aún requiere más fijación por esta problemática, sin embargo, los grupos políticos nacionales requieren efectuar un cierto control a estas actividades extractivistas las cuales no se detendrán y deterioran más y más a nuestro único hogar.    

Críticas[editar]

Hay en la academia un debate a nivel internacional sobre la pertinencia del uso del concepto de extractivismo para describir exclusivamente los países productores de materias primas para exportación. Un exponente importante de la crítica al uso indiscriminado del concepto "extractivismo" es Álvaro García Linera, quien sostiene que:

Todas las sociedades y modos de producción tienen a su manera estos distintos niveles de procesamiento de las “materias primas”. Si conceptualizamos al “extractivismo” como la actividad que sólo extrae materias primas (renovables o no renovables), sin introducir mayor transformación en la actividad laboral, entonces todas las sociedades del mundo, capitalistas y no capitalistas, son también en mayor o menor medida extractivistas. Las sociedades nocapitalistas agrarias que procesaron el hierro, el cobre, el oro o el bronce en mayor o menor escala, tuvieron algún tipo de actividad extractivista especializada, complementada en algunos casos con el procesamiento simple o complejo de esa materia prima. Incluso las sociedades que vivieron o viven de la extracción de madera y castaña junto con la caza y la pesca, mantienen un tipo de actividad extractivista de los recursos naturales renovables.
Álvaro García Linera[11]

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. Extractivismo: contexto histórico, fuentes analíticas y desafíos conceptuales. Letras Verdes, Jorge-Enrique Forero, Área de Ambiente y Sustentabilidad, Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador. 2023. Pp 181.
  2. «¿Qué es extractivismo?». Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina. 26 de febrero de 2013. Consultado el 30 de abril de 2020. 
  3. «Qué es extractivismo?». www.upb.edu.co. Consultado el 30 de abril de 2020. 
  4. sostenibilidad.semana.com. «Extractivismo a la brava en el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de Duque». Extractivismo a la brava en el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de Duque. Consultado el 30 de abril de 2020. 
  5. EXTRACTIVISMO, POLÍTICA Y SOCIEDAD, Centro Andino de Acción Popular. Centro Latinoamericano de Ecología Social. 2009. Pp. 190 – 192.
  6. Extractivismo: contexto histórico, fuentes analíticas y desafíos conceptuales. Letras Verdes, Jorge-Enrique Forero, Área de Ambiente y Sustentabilidad, Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador. 2023. Pp 181 - 188.
  7. Ni en El desarro llo económico de la América Latina y algunos de sus principales problemas de Prebisch (1948), ni en la Dialética do Desenvolvimiento de Furtado (1964), ni en Desarrollo y subdesarrollo en América Latina de Cardozo y Faleto (1971), por solo señalar algunos ejemplos. Tampoco aparece en Las venas abiertas de América Latina (2004), en donde Galeano intentó, desde la literatura, describir las dinámicas de saqueo que han ca racterizado la relación de América Latina con los países del norte global. También es un gran ausente en la obra de Aníbal Quijano (2014), quien puede ser caracterizado como el eslabón perdido entre la teoría de la dependencia (de inspiración marxista) y el pensamiento decolonial, que tanto ha influenciado las discusiones actuales en torno al fenómeno. El gráfico 1 muestra la presencia del descriptor “extractivismo” en artículos académicos; puede verse allí la creciente popularidad del concepto, que asciende, de manera notable, durante la segunda década del siglo XXI. Letras verdes. Extractivismo: contexto histórico, fuentes analíticas y desafíos conceptuales. Pp 180.
  8. Extractivismo: contexto histórico, fuentes analíticas y desafíos conceptuales. Letras Verdes, Jorge-Enrique Forero, Área de Ambiente y Sustentabilidad, Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador. 2023. Pp 181 - 182.
  9. La mengua de la calidad de los yacimientos mineros en las últimas décadas ha conducido no solo a un incremento notable en el tamaño de las operaciones y de los desechos materiales generados en el proceso, sino la concesión de territorios cada vez mayores, lo que incluye aque llos destinados al desarrollo de las operaciones asociadas, como el transporte de los minerales extraídos (Sacher 2017, 162). . Letras Verdes, Jorge-Enrique Forero, Área de Ambiente y Sustentabilidad, Universidad Andina Simón Bolívar, Ecuador. 2023. Pp 184.
  10. [1] EXTRACTIVISMO, POLÍTICA Y SOCIEDAD, Centro Andino de Acción Popular. Centro Latinoamericano de Ecología Social. 2009. Pp. 107 – 131.
  11. Álvaro García Linera, Geopolítica de la Amazonia: https://www.vicepresidencia.gob.bo/IMG/pdf/geopolitica_de_la_amazonia.pdf