Santiago Barrientos
Santiago Barrientos | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
15 de agosto de 1789 Castro (Chile) | |
Fallecimiento |
8 de agosto de 1882 Valdivia | |
Nacionalidad | Chilena y española | |
Información profesional | ||
Ocupación | Alabardero | |
Lealtad |
Reino de España Isabelinos | |
Mandos |
Ejército Real de Chile Ejército de España | |
Rango militar | Coronel | |
Conflictos |
Guerra de independencia de Chile Batalla de Trocadero Primera guerra carlista Pronunciamiento de 1841 en España | |
Distinciones |
Cruz Laureada de San Fernando Orden de Isabel la Católica | |
Santiago Barrientos Alvarado (Castro, 1789-Valdivia, 1882) fue un soldado realista chilote, célebre en el siglo XIX por escapar de una prisión independentista en 1820 y continuar su carrera militar en la España peninsular, donde llegó a ser condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando por su defensa de la reina Isabel II durante el Pronunciamiento de 1841 en España.[1]
Biografía[editar]
Santiago Barrientos nació en Castro el 15 de agosto de 1789, siendo hijo de los chilotes Victorino Barrientos y Juana Alvarado.[2] Tras la muerte de su padre en un accidente en 1801, es acogido en casa de su tío José Barrientos en Osorno, y en 1809 se traslada a Valdivia, donde un señor de apellido Vera lo habilita para trabajar en una pulpería.[2][3] En este contexto es testigo del inicio de la guerra de independencia, y se suma a las tropas del Ejército Real bajo el mando del general Antonio Pareja, siendo parte de las unidades que entran a reconquistar la ciudad de Santiago el 6 de octubre de 1814 y que ponen fin a la Patria Vieja.[3]
Luego de unos pocos años de relativa estabilidad durante la Reconquista, surgen nuevamente los combates por la independencia, y resulta apresado el 4 de febrero de 1817 en un encuentro armado en un lugar denominado Las Hornillas y llevado detenido, junto a su hermano León, al centro de prisioneros de Las Bruscas, cerca de la actual ciudad de Buenos Aires.[3] Luego de tres años en cautiverio, en 1820 consiguen fugarse a Montevideo, y luego a Río de Janeiro, donde son asistidos en dinero por un funcionario español que se encontraba en el lugar, para apoyar su tránsito a la península, donde llegan en octubre de ese año.[3]
Carrera en España[editar]
En agosto de 1823 participa de la Batalla de Trocadero, que pone fin al trienio liberal y restaura el absolutismo en España. En este episodio es tomado prisionero y descartado del Ejército, siendo liberado poco tiempo después. En condiciones de miseria, es acogido en Andalucía por doña Feliciana Apecechea, originaria de México.[2]
En 1833, luego de la muerte de Fernando VII, se reintegra al Ejército en calidad de subteniente, participando en los años siguientes en diversas batallas en Navarra y el País Vasco en el contexto de la primera guerra carlista, siendo ascendido primero a teniente, y en 1837 a capitán.[2]
En 1839 es transferido a la Guardia de Alabarderos del Palacio Real de Madrid, donde en 1841 participa de la defensa de Isabel II frente a un intento de secuestro por parte de militares rebeldes,[3] siendo condecorado con la Cruz Laureada de San Fernando y recibiendo una espada con la dedicatoria “Al salvador de su majestad”. Este episodio habría sido celebrado por el exgobernador chilote Antonio de Quintanilla, quien junto a un grupo de compañeros de armas, se habrían presentado en su hogar exclamado “¡Viva el chilote Barrientos!”.[4] También se le atribuyen otras condecoraciones, incluyendo la de comendador de la Orden de Isabel la Católica.[5]
Regreso a Chile[editar]
Durante las décadas del 40′ y 50′ desempeña distintos cargos como coronel del Ejército español en España, Cuba y Puerto Rico, antes de decidir su retorno a Chile en 1858, a la edad de 69 años.[3] De vuelta en su país, se instala en Valdivia, donde vive de su pensión militar española y se convierte en un personaje conocido en el medio local. En 1864 es involucrado en una conspiración para entregar Chiloé a las fragatas españolas durante la guerra hispano-sudamericana en curso, aunque se desconoce la veracidad de dicha acusación.[6] Finalmente fallece en Valdivia el 8 de agosto de 1882 a los 93 años de edad.
En la cultura[editar]
La llamativa vida de Santiago Barrientos fue reconocida en el ámbito nacional chileno por Benjamín Vicuña Mackenna, quien le dedicó el texto "Santiago Barrientos: La vida de un valiente".[1] A nivel local, Francisco Cavada, lo incluyó en su obra de biografías de Chiloé en 1934, contribuyendo a dar a conocer su nombre en su archipiélago natal[2]
En el ámbito de la ficción, en el año 1982 se publicó la novela "Legendarios de Chiloé" del escritor chilote Antonio Cárdenas Tabies, donde se retrata a Santiago Barrientos como un chilote leal a la monarquía española y a la reina Isabel II.
Véase también[editar]
Referencias[editar]
- ↑ a b Vicuña Mackenna, Benjamín (1930). La vida de un valiente: don Santiago Barrientos. Imprenta La Tracción.
- ↑ a b c d e Cavada, Francisco (1934). Apuntes biográficos de personas y familias de Chiloé insular. Santiago, Chile: Editorial Nascimento. pp. 181-183.
- ↑ a b c d e f Guarda, Gabriel (1979). La sociedad en Chile austral antes de la colonización alemana, 1645-1850. Editorial Andrés Bello. ISBN 9561408678.
- ↑ De la Presa Casanueva, Rafael (1978). Venida y aporte de los españoles a Chile independiente. Editorial Lautaro.
- ↑ Bunster, Enrique (1973). Bala en boca. Editorial del Pacífico. p. 42.
- ↑ «Europe and America». Lyttelton Times. 25 de noviembre de 1864. p. 5. Consultado el 15 de mayo de 2016.