El marxismo es una perspectiva teórica a la vez que un método de investigación. El marxismo se centra en una interpretación materialista de la historia, y en el desarrollo material de las formaciones sociales. Una perspectiva dialéctica del cambio social y un análisis crítico del capitalismo y su transformación.
Su desarrollo comenzó a mediados del siglo XIX con las monumentales contribuciones de Karl Marx y Friedrich Engels. El marxismo ha pretendido desarrollar una ciencia social unificada (historia, teoría sociológica, teoría económica, ciencia política y epistemología) para la comprensión de las sociedades divididas en clases y la fundamentación de una visión revolucionaria del cambio social que ha inspirado innumerables movimientos sociales y políticos en el mundo a través de la historia moderna.
El análisis marxista enfatiza en el carácter determinante de las condiciones materiales - relaciones sociales y lugares en la producción- en la vida de las personas y en la conciencia que tienen sobre sí mismas y sobre el mundo. Dicha base material es considerada determinante en última instancia de otros fenómenos sociales, tales como las relaciones sociales y políticas, el derecho, la ideología o la moral.
Artículo destacado
El concepto de crisis cíclicas es una interpretación, proveniente de las teorías de Karl Marx, de la sucesión de ciclos económicos en el capitalismo; un sistema económico que, en la práctica, se caracteriza por sucesivas etapas de crecimiento y de crisis económica.
Marx llegó a la conclusión de que el enorme poder inherente al factory system y su dependencia de los mercados, necesariamente llevaba a un incremento de la producción que los satura, disminuyendo los precios y produciendo la paralización de la producción; en una repetición de periodos de actividad moderada, prosperidad, superproducción, crisis y estancamiento. La última causa de las crisis, para Marx, siempre es la pobreza y el consumo restringido (subconsumo) de las masas.
El sistema económico capitalista y todo el armazón cultural que le acompaña se han desarrollado en contradicción con las dos dependencias materiales que permiten la vida. Ignoran la existencia de límites físicos en el planeta y ocultan y minusvaloran los tiempos necesarios para la reproducción social cotidiana. Crecen sin observar límites a costa de la destrucción de lo que precisamente necesitamos para sostenernos en el tiempo. Se basan en una creencia peligrosa para el futuro de los seres humanos: la de una falsa autonomía, tanto de la naturaleza como del resto de las personas.
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Yayo Herrero (1965 - ). Miradas ecofeministas para transitar a un mundo justo y sostenible.